La fiesta del fútbol se trasladó a Morococha
Nunca antes los terrenos de juego del Paul Harris – Morococha habían sido pisados con tanto ahínco, con tantas ganas de ganar, con pasión por lograr el triunfo que los haría acreedores de alzar el ansiado trofeo de campeón y demostrar que eran los mejores.
Fueron siete finales de impacto, siete finales que emocionaron a los cientos de aficionados apostados alrededor del campo, siete finales que hicieron mirar al cielo a cada entrenador tratando de encontrar respuestas a lo que ocurría en el terreno de juego o mirar al cielo para agradecer por lo que realizaban sus dirigidos al anotar cada uno de los 35 goles con los cuales se pintó la final.
Y es que el fútbol o sus derivados siempre nos darán esas sensaciones difíciles de entender y que nos hacen vibrar de manera diferente a cualquier circunstancia de la vida.
Ayer nuestro querido complejo deportivo, cobijó a los más selectos representantes del fulbito de menores, quienes disputaron con todas sus energías cada minuto de juego programado. Ganamos todos y tras el triunfo de este torneo viene el compromiso de seguir apostando por el deporte entre los niños y jóvenes del distrito.
Gracias a todos los participantes, a los padres por estar junto a sus hijos en estos momentos de disputa deportiva, a los técnicos por su compromiso para con los niños y gracias a la pelota por seguir siendo la culpable de tantas alegrías deportivas.